Esta rebaja busca alentar un aumento en las compras externas para compensar parcialmente la pérdida de ingresos. Sin embargo, existe incertidumbre sobre cómo evitar que esta medida demande más dólares al Banco Central, dado el actual nivel negativo de reservas. La rebaja también implicará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, pasando de $1.116 a unos $1.004, aunque no se espera una gran cantidad de operaciones debido al stock acumulado de bienes importados y la disminución de la demanda debido a la recesión.
El gobierno reducirá el impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% a partir del 1 de septiembre, después de aumentarlo a 17,5% cuando asumió, lo que provocó una caída del 40% en la recaudación del impuesto. La medida tiene como objetivo estimular las importaciones y compensar parcialmente la pérdida de ingresos mediante un aumento en el volumen de compras externas. Sin embargo, la forma en que el gobierno evita que la medida requiera más dólares del Banco Central, cuyas reservas son negativas, sigue siendo incierta.